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Mostrando entradas de septiembre, 2012

Un país mejor que hace seis años

Algunos lectores se habrán topado con ésto -o ellos mismos lo publicaron- en sus Timelines de Facebook y Twitter : El principal argumento de esa postura es la estabilidad macroeconómica que le ha ganado a México su membresía en la Organización para la Cooperación Económica y el Desarrollo (OCDE), algo así como el club extendido de los países ricos, en cuyos estudios México tiende a estar cerca del final de las listas de los distintos indicadores de desarrollo. Digamos que ni con el nuevo iPhone ...   Discrepo profunda y vehementemente de la celebración de la presidencia de Calderón y de la percepción de que su estancia en los Pinos deje un saldo positivo. Por lo menos en los temas que me son familiares me queda claro que su gestión fue un desastre agravado por el clima de inseguridad que provocó su estrategia de legitimación -como vio que a Bush le funcionó inventarse una guerra y ni modo de invadir Belice..

Y mis verduras, orgánicas

El hecho de que nuestro país ya sea mayoritariamente urbano presenta el reto de que cada vez existan menos personas dedicadas a la producción de alimentos al tiempo que aumenta el número de bocas que alimentar. En los países industrializados esto se ha resuelto con recursos financieros e incentivos gubernamentales que han permitido que la producción de alimentos se industrialice y, de paso, genere ganancias muy generosas para la iniciativa privada. La producción industrializada de alimentos (y aquí me refiero a cultivos y al ganado de todo tipo, no a alimentos procesados) es una solución basada en el desarrollo de tecnologías que permiten que los consumidores tengan acceso a alimentos baratos. Aunque también ha surgido una preocupación por la calidad de dichos alimentos, sobre todo entre los estratos con mayores ingresos y mejor acceso a la educación. Éstos urbanitas están dispuestos a pagar precios más altos por alimentos obtenidos de una producción sea más amigable

La diferencia

Con el discurso   mediante el cual Barack Obama tomó protesta como candidato a la presidencia de EEUU y las recientes elecciones presidenciales en nuestro país, que no terminan de resolverse, no puedo evitar comparar a los candidatos presidenciales de allá con los de acá en términos del sitio que ocupan ocupan la ciencia y la educación en sus agendas y en sus mentes. El presidente estadounidense, quien busca reelegirse por un segundo periodo, hizo hincapié en cómo la educación, la ciencia y el desarrollo tecnológico son fundamentales para el futuro de su país. Por ejemplo, señaló la urgencia de mejorar el nivel de sus científicos e ingenieros quienes, hoy por hoy, ya no pueden competir con sus pares de China. Habló también de su plan para reclutar a 100 mil nuevos maestros de matemáticas y ciencias durante la próxima década, y mencionó cómo Estados Unidos tiene cada vez más control de sus energéticos, mediante u

Llegaron los resultados del SNI

Otra vez estamos a principios de septiembre. A estas alturas seguramente ya están en clases todas las escuelas y la rutina del año académico estará tomando forma. Es justo en esta temporada que ocurre uno de los eventos más esperados por los académicos de México en relación a las políticas públicas nacionales. Sin embargo , no me refiero al informe presidencial, del que seguramente leeremos algunos análisis pero que será olvidado pronto, en cuanto su reemplazo anuncie a su equipo de transición. Más bien, septiembre es importante para los científicos y humanistas mexicanos porque, además del regreso a las aulas, durante este mes se publican los resultados de las evaluaciones del Sistema Nacional de Investigadores del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (SNI, CONACYT). Este programa de reconocimientos al mérito académico y de estímulos económicos para los científicos y humanistas mexicanos, que fue creado en 1984 “ para reconocer las actividades de las personas dedicadas a producir