Conforme nuestro país se vuelve predominantemente urbano, nos convertimos en una sociedad de clase media, dizque, y desarrollamos una economía del conocimiento y de la información, nuestros trabajos son cada vez más sedentarios. Así, pasamos ocho o más horas sentados en la oficina –aunque la mitad del tiempo se nos vaya en buscarle aplicaciones al meme del grumpy cat –, en el coche y frente a la tele. Si a esto sumamos la mala alimentación que resulta de políticas públicas de alimentación que parecerían haber sido dictadas por las compañías que venden azúcar y harina refinadas en múltiples presentaciones, no debe sorprender a nadie la epidemia de obesidad y enfermedades asociadas que aqueja al país. Alejandro Calvillo ha escrito extensa y detalladamente sobre el tema. La historia se complica porque investigaciones recientes sugieren que, más que la falta de actividad física, el pasar mucho tiempo sentados –trabajando, viendo la tele o en el coche– es lo que aumenta el riesgo de desarr
Erick de la Barrera's bilingual blog de ciencia, medio ambiente & random rants