Para los nuevos estudiantes de la ENES Morelia
¡Felicidades, bienvenidos a la Universidad!
No se ha vuelto tan popular como los videos de las ladies y los gentlemen de la política mexicana, ni como las cartas cadena en las que supuestamente Bill Gates –siempre es Bill Gates, nunca Carlos Slim– regalará dinero a quien moleste al mayor número de sus contactos, pero en los meses recientes ha circulado un video en el que los millonarios de Silicon Valley, incluyendo al propio Gates, conminan a que los jóvenes y niños aprendan a programar.
Esencialmente todo lo que dicen es verdad: aprender a programar –sobre todo si es desde pequeños– ayuda a desarrollar diversas habilidades mentales, además de que brinda ventajas en la interacción con la tecnología. Saber programar, por ejemplo, permite entender qué es lo que pasa cuando haces click en una página o por qué a veces no funciona bien el navegador.
Sin embargo, la mayor ventaja que brinda el aprender programación es que –como, efectivamente, es equivalente a saber una lengua extranjera– se cuenta con habilidades útiles y, en muchos casos, muy rentables; no sólo para los individuos sino para las sociedades. Ahí está, por ejemplo, el caso de la India que ha tenido un crecimiento bastante notable en las últimas décadas, desde que decidieron invertir en tecnologías de la información.
Es muy interesante el caso de la India porque todavía es reciente la etapa de su historia en la que eran una colonia del Reino Unido. Es más, como la conquista había sido ejecutada originalmente por una sola compañía que después fue respaldada por la Corona, existía en la sociedad una enorme desconfianza hacia la inversión extranjera –como pasa aquí con el petróleo y la electricidad, pero mucho peor–. En un país del tamaño de México sería muy positivo que más muchachos aprendieran a programar, como lo están comprobando en Guadalajara –”el Silicon Valley mexicano” como indica el letrero a la salida del aeropuerto Miguel Hidalgo, León y Mérida –¡sí, Mérida!–.
El florecimiento en la industria maquiladora, aunque con características bastante cuestionables, ha tenido un efecto neto positivo en la economía de las regiones donde pusieron las fábricas. Sin embargo, requiere de grandes inversiones, características específicas de infraestructura, acceso a la frontera o a los puertos y, principalmente, que no haya crisis en Estados Unidos. En cambio, el desarrollo de una industria informática no requiere más que electricidad y, a veces, Internet. Además tiene aplicaciones en todos los ámbitos de la vida moderna. Alguien que aprenda a programar desde la prepa, si no es que antes, o durante la carrera tendrá ventajas en su trabajo, independientemente de a qué se dedique. Si además saben escribir bien, llevan las de ganar.