Esta semana el país cumple 200 años, aunque podría argumentarse que el verdadero bicentenario se debería celebrar dentro de once años, porque fue hasta 1821 que la corona española reconoció la moción independentista.
En los días previos a esta semana se han escuchado varias voces, algunas muy destacadas, que cuestionan si en realidad hay mucho qué celebrar. Y este pesimismo seguramente permeó hasta las autoridades federales porque, a pesar del gasto enorme de la fiesta (ver el aguafiestas del bicentenario), las obras conmemorativas como parques y monumentos estarán listas hasta 2011, si bien nos va. Que no me digan que apenas les avisaron.
Con todo y lo que me gustan las verbenas populares me resistí a comprar un cubierto en alguno de los bares del centro para ir a ver desde ahí al gobernador dar el grito. (Lo de verlo desde un balcón no era por pretensiones sociales, sino por seguridad. Después de los granadazos de hace dos años, más vale estar medio seguros, por eso mejor no voy a ningún lado). Pero ni soy fan de Godoy y soy de los que piensan que la comemoración de este año debería ser una vigilia con velitas blancas, así, muy a la gringa, para invocar a todas las fuerzas irracionales del universo y que se componga un poco el país.
Creo que no hay duda de que existen cosas qué celebrar. Por ejemplo que el país y sus instituciones están más o menos estables. En el ámbito académico, esencialmente todos los estudiantes de los posgrados nacionales pueden estar fuera del mercado laboral por su beca de CONACYT. Y en algunos casos la movilidad social gracias a la educación funciona, por ejemplo, mi abuelo paterno trabajaba para el servicio postal mexicano en los trenes. Dos generaciones después, puedo dedicarme con mucho gusto a la investigación científica y a medio escribir esta columna.
Sin embargo, hay grandes señales de que el país anda por muy malos rumbos. Basta con ver el discurso alucinatorio del presidente y cada quien estará familiarizado con diversos episodios de pena ajena de su respectivo gobernador.
Pero entonces, ¿cómo sabemos si hay que celebrar o no? Una forma es usar el método comparativo, en vez de basar la decisión en percepciones subjetivas. Lo único que se necesita es un juego de indicadores que permitan medir los avances y así, sí, evaluar cómo andamos. En este caso, utilizaremos o a Los Sentimientos de la Nación para ver qué tal funcionan casi doscientos años y varias constituciones después.
Y dice:
1. América será independiente y libre de otras naciones.
Pues sí, en este caso México, celebra sus propias elecciones, pero la economía depende de la salud de la economía gringa, para el desfile del bicentenario se invitó a casi 20 ejércitos extranjeros por el Paseo de la Reforma y la política de seguridad depende de los fondos que manda Estados Unidos a través de la Iniciativa Mérida.
2. Que la religión católica sea la única sin tolerancia de ninguna otra.
¡Híjole!, no comments.
3. Que las limosnas a la dicha iglesia única sean voluntarias.
Pues ahí sí vamos bien. Aunque con el reggaetón, digo, teletón, campañas telefónicas, vamos méxico y demás, se vuelve cada vez más difícil el no dar dinero, porque te lo quitan sin que te des cuenta. Nada más, el otro día que estaba resfriado, saliendo del médico, la recepcionista me sacó un bote y me preguntó que si no quería cooperar para la iglesia de su colonia.
4. Que la jerarquía de la iglesia son el papa, los obispos y los curas.
Ahí sí no se. Pero queda claro que el cardenal de Guadalajara sí cree que es autoridad.
5. Que la soberanía dimana del pueblo y se deposita en el congreso.
Pues sí tenemos un congreso federal de dos cámaras y un congreso en cada estado. Pero hasta donde yo se, un ciudadano no puede ser electo a menos que la oligarquía de un partido--o los gangsters locales, como ya se vio en la elección de julio de este año--lo sancionen. En general, el trabajo de dicho congreso se puede resumir en tres palabras “Sí señor Presidente” (de bancada, de partido o de la República, quienes vaya usted a saber a qué intereses oscuros responden). Otra forma de evaluar este punto es preguntarle a los lectores si saben quienes son su diputado local, federal y senador. Yo no.
6. Que los Poderes Legislativo, Ejecutivo y Judicial estén divididos en los cuerpos compatibles para ejercerlos.
Este, sí.
7. Los vocales durarán cuatro años
Pues un diputado dura tres años y un senador seis.
8. Los vocales tendrán un sueldo no superfluo que no rebasará ocho mil pesos (de los de 1813)
...también se les regalará un iPad aunque no sepan ni leer.
9. Que los empleos sólo los americanos los obtengan
Esta medida seguramente era para combatir la preferencia que había para contratar a los peninsulares en los mejores empleos. En la actualidad puede considerarse discriminatoria, pero considerando los siete millones de ninis que denunció el Rector Narro y la enorme tasa de desempleo, creo que ni pa los americanos ni pa los de otros lados.
10. Que no se admitan extranjeros, si no son artesanos capaces de instruir y libres de toda sospecha.
Esto parece política de contratación de universidad gringa.
11. Sólo transcribo un fragmento “la Patria no será del todo libre y nuestra mientras no se reforme el Gobierno, abatiendo el tiránico, substituyendo el liberal”
12. Que como la buena ley es superior a todo hombre, las que dicte nuestro Congreso deben ser tales, que obliguen a constancia y patriotismo, moderen la opulencia y la indigencia, y de tal suerte se aumente el jornal del pobre, que mejore sus costumbres, alejando la ignorancia, la rapiña y el hurto.
Esto del reparto justo de la riqueza va bien, ¿no? No en balde México tiene una de las economías más grandes del mundo. Para comentar este punto no estuvo disponible la oficina del señor Slim.
13. Que las leyes se cumplan para todos, sin excepción de cuerpos privilegiados.
Pues el fuero religioso no existe en la ley, pero no se ha sabido que metan a la cárcel a ningún padre Maciel. Por otro lado, la extinción del fuero militar es una de las recomendaciones necesarísimas para estos días en que el ejército está patrullando las calles.
14. Que las leyes las dicte una junta de sabios
...como los que habitan en el Congreso de la Unión.
15. Que se proscriba la esclavitud
En teoría no existe, pero hay distintas instancias en las que parece persistir. Baste mencionar los reportajes de trata de personas que salen en la tele, las condiciones en las que viven algunos trabajadores agrícolas en las zonas de mayor producción en el país y los estudiantes de posgrado en mi laboratorio.
16. Algunos puertos estarán abiertos a flotas extranjeras, pero su uso estará sujeto a un impuesto.
Ahora que la nación no está amenazada por la armada de ningún país, está bastante bien que los puertos estén abiertos al comercio internacional. Si no, ¿por dónde llegaría el maíz que importamos de Sudáfrica y de Australia?
17. Que a cada uno se le guarden sus propiedades y respete en su casa como en un asilo sagrado, señalando penas a los infractores.
El respeto a la propiedad privada existe en el país, sobre todo si ya se es dueño de grandes propiedades como los terrenos en Quintana Roo, de 130 millones de dólares. En el caso de la propiedad comunal y de los pequeños propietarios el respeto es más flexible, sobre todo si hay proyectos inmobiliarios masivos de por medio.
18. Que en la nueva legislación no se admita la tortura.
Pues no, en la legislación no se permite.
19. Que en la Constitución se establezca que el 12 de diciembre es el día de la Virgen de Guadalupe.
Pues el 12 de dicembre efectivamente es día de asueto hasta en la UNAM.
20. Que las tropas extranjeras o de otro Reino no pisen nuestro suelo, y si fuere en ayuda, no estarán donde la Suprema Junta.
...nomás pal desfile del bicentenario
21. Que no hagan expediciones fuera de los límites del Reino, especialmente ultramarinas; pero (se autorizan las) que no son de esta clase,(para)propagar la fe a nuestros hermanos de Tierradentro.
- ¿Coopera para las misiones?
22. Que se quite la infinidad de tributos, pechos e imposiciones que nos agobian
... como la Tenencia, el FOBABROA y el Impuesto a los Depósitos en Efectivo.
23. Que se celebre la Independencia el 16 de septiembre...
... y de una vez nos tomamos hasta el 17, ¡faltaba más!
En los días previos a esta semana se han escuchado varias voces, algunas muy destacadas, que cuestionan si en realidad hay mucho qué celebrar. Y este pesimismo seguramente permeó hasta las autoridades federales porque, a pesar del gasto enorme de la fiesta (ver el aguafiestas del bicentenario), las obras conmemorativas como parques y monumentos estarán listas hasta 2011, si bien nos va. Que no me digan que apenas les avisaron.
Con todo y lo que me gustan las verbenas populares me resistí a comprar un cubierto en alguno de los bares del centro para ir a ver desde ahí al gobernador dar el grito. (Lo de verlo desde un balcón no era por pretensiones sociales, sino por seguridad. Después de los granadazos de hace dos años, más vale estar medio seguros, por eso mejor no voy a ningún lado). Pero ni soy fan de Godoy y soy de los que piensan que la comemoración de este año debería ser una vigilia con velitas blancas, así, muy a la gringa, para invocar a todas las fuerzas irracionales del universo y que se componga un poco el país.
Creo que no hay duda de que existen cosas qué celebrar. Por ejemplo que el país y sus instituciones están más o menos estables. En el ámbito académico, esencialmente todos los estudiantes de los posgrados nacionales pueden estar fuera del mercado laboral por su beca de CONACYT. Y en algunos casos la movilidad social gracias a la educación funciona, por ejemplo, mi abuelo paterno trabajaba para el servicio postal mexicano en los trenes. Dos generaciones después, puedo dedicarme con mucho gusto a la investigación científica y a medio escribir esta columna.
Sin embargo, hay grandes señales de que el país anda por muy malos rumbos. Basta con ver el discurso alucinatorio del presidente y cada quien estará familiarizado con diversos episodios de pena ajena de su respectivo gobernador.
Pero entonces, ¿cómo sabemos si hay que celebrar o no? Una forma es usar el método comparativo, en vez de basar la decisión en percepciones subjetivas. Lo único que se necesita es un juego de indicadores que permitan medir los avances y así, sí, evaluar cómo andamos. En este caso, utilizaremos o a Los Sentimientos de la Nación para ver qué tal funcionan casi doscientos años y varias constituciones después.
Y dice:
1. América será independiente y libre de otras naciones.
Pues sí, en este caso México, celebra sus propias elecciones, pero la economía depende de la salud de la economía gringa, para el desfile del bicentenario se invitó a casi 20 ejércitos extranjeros por el Paseo de la Reforma y la política de seguridad depende de los fondos que manda Estados Unidos a través de la Iniciativa Mérida.
2. Que la religión católica sea la única sin tolerancia de ninguna otra.
¡Híjole!, no comments.
3. Que las limosnas a la dicha iglesia única sean voluntarias.
Pues ahí sí vamos bien. Aunque con el reggaetón, digo, teletón, campañas telefónicas, vamos méxico y demás, se vuelve cada vez más difícil el no dar dinero, porque te lo quitan sin que te des cuenta. Nada más, el otro día que estaba resfriado, saliendo del médico, la recepcionista me sacó un bote y me preguntó que si no quería cooperar para la iglesia de su colonia.
4. Que la jerarquía de la iglesia son el papa, los obispos y los curas.
Ahí sí no se. Pero queda claro que el cardenal de Guadalajara sí cree que es autoridad.
5. Que la soberanía dimana del pueblo y se deposita en el congreso.
Pues sí tenemos un congreso federal de dos cámaras y un congreso en cada estado. Pero hasta donde yo se, un ciudadano no puede ser electo a menos que la oligarquía de un partido--o los gangsters locales, como ya se vio en la elección de julio de este año--lo sancionen. En general, el trabajo de dicho congreso se puede resumir en tres palabras “Sí señor Presidente” (de bancada, de partido o de la República, quienes vaya usted a saber a qué intereses oscuros responden). Otra forma de evaluar este punto es preguntarle a los lectores si saben quienes son su diputado local, federal y senador. Yo no.
6. Que los Poderes Legislativo, Ejecutivo y Judicial estén divididos en los cuerpos compatibles para ejercerlos.
Este, sí.
7. Los vocales durarán cuatro años
Pues un diputado dura tres años y un senador seis.
8. Los vocales tendrán un sueldo no superfluo que no rebasará ocho mil pesos (de los de 1813)
...también se les regalará un iPad aunque no sepan ni leer.
9. Que los empleos sólo los americanos los obtengan
Esta medida seguramente era para combatir la preferencia que había para contratar a los peninsulares en los mejores empleos. En la actualidad puede considerarse discriminatoria, pero considerando los siete millones de ninis que denunció el Rector Narro y la enorme tasa de desempleo, creo que ni pa los americanos ni pa los de otros lados.
10. Que no se admitan extranjeros, si no son artesanos capaces de instruir y libres de toda sospecha.
Esto parece política de contratación de universidad gringa.
11. Sólo transcribo un fragmento “la Patria no será del todo libre y nuestra mientras no se reforme el Gobierno, abatiendo el tiránico, substituyendo el liberal”
12. Que como la buena ley es superior a todo hombre, las que dicte nuestro Congreso deben ser tales, que obliguen a constancia y patriotismo, moderen la opulencia y la indigencia, y de tal suerte se aumente el jornal del pobre, que mejore sus costumbres, alejando la ignorancia, la rapiña y el hurto.
Esto del reparto justo de la riqueza va bien, ¿no? No en balde México tiene una de las economías más grandes del mundo. Para comentar este punto no estuvo disponible la oficina del señor Slim.
13. Que las leyes se cumplan para todos, sin excepción de cuerpos privilegiados.
Pues el fuero religioso no existe en la ley, pero no se ha sabido que metan a la cárcel a ningún padre Maciel. Por otro lado, la extinción del fuero militar es una de las recomendaciones necesarísimas para estos días en que el ejército está patrullando las calles.
14. Que las leyes las dicte una junta de sabios
...como los que habitan en el Congreso de la Unión.
15. Que se proscriba la esclavitud
En teoría no existe, pero hay distintas instancias en las que parece persistir. Baste mencionar los reportajes de trata de personas que salen en la tele, las condiciones en las que viven algunos trabajadores agrícolas en las zonas de mayor producción en el país y los estudiantes de posgrado en mi laboratorio.
16. Algunos puertos estarán abiertos a flotas extranjeras, pero su uso estará sujeto a un impuesto.
Ahora que la nación no está amenazada por la armada de ningún país, está bastante bien que los puertos estén abiertos al comercio internacional. Si no, ¿por dónde llegaría el maíz que importamos de Sudáfrica y de Australia?
17. Que a cada uno se le guarden sus propiedades y respete en su casa como en un asilo sagrado, señalando penas a los infractores.
El respeto a la propiedad privada existe en el país, sobre todo si ya se es dueño de grandes propiedades como los terrenos en Quintana Roo, de 130 millones de dólares. En el caso de la propiedad comunal y de los pequeños propietarios el respeto es más flexible, sobre todo si hay proyectos inmobiliarios masivos de por medio.
18. Que en la nueva legislación no se admita la tortura.
Pues no, en la legislación no se permite.
19. Que en la Constitución se establezca que el 12 de diciembre es el día de la Virgen de Guadalupe.
Pues el 12 de dicembre efectivamente es día de asueto hasta en la UNAM.
20. Que las tropas extranjeras o de otro Reino no pisen nuestro suelo, y si fuere en ayuda, no estarán donde la Suprema Junta.
...nomás pal desfile del bicentenario
21. Que no hagan expediciones fuera de los límites del Reino, especialmente ultramarinas; pero (se autorizan las) que no son de esta clase,(para)propagar la fe a nuestros hermanos de Tierradentro.
- ¿Coopera para las misiones?
22. Que se quite la infinidad de tributos, pechos e imposiciones que nos agobian
... como la Tenencia, el FOBABROA y el Impuesto a los Depósitos en Efectivo.
23. Que se celebre la Independencia el 16 de septiembre...
... y de una vez nos tomamos hasta el 17, ¡faltaba más!