A pesar de que muchas de sus letras son violentas, no podemos negar que el reggaetón tiene un ritmo bastante pegajoso. Con esto en mente, la Universidad Harvard, reconocida por muchos como la mejor universidad del mundo, otorgó el premio “Latino del Año” a Daddy Yankee. Según una nota de El Universal, el agente del reggaetonero explicó que el premio se le había otorgado por ser pionero de la música latina urbana y por su fundación “Corazón Guerrero”, dedicada a reintegrar a ex-presidiarios a la sociedad. De esa forma, el señor Yankee se convierte en la envidia de muchos académicos, porque el poder presumir un diploma de de Harvard en nuestro currículum vítae no es poca cosa.
Una lectura feminista de este premio es que esa universidad es congruente con sus posiciones conservadoras. Recordemos que su presidente (es como el rector) se vio forzado a renunciar debido al escándalo causado por sus declaraciones en el sentido de estaba demostrado que las mujeres son menos aptas para las ciencias que los hombres por ser menos inteligentes, según unos estudios que citó el ex-funcionario. Concediendo el beneficio de la duda a tales planteamientos, sorprende, entonces, que las mujeres constituyan más de la mitad de la población estudiantil de muchas universidades. La semana pasada nos comentaba un funcionario de la UNAM que en esa casa de estudios cincuenta y tantos por ciento de los estudiantes son mujeres. Sería bueno ver el desglose por carreras y áreas del conocimiento, pero en la carrera de Ciencias Ambientales que tenemos en el CIEco debe haber un hombre por cada dos o tres mujeres. Parece que en las universidades privadas de Estados Unidos este desproporcionado acceso de las mujeres a las casas de educación superior es motivo de alarma porque supuestamente pierden prestigio y mercado las instituciones, según declaraciones de un funcionario de la Universidad de William and Mary citado en un artículo de la revista Times. Es más, según ese artículo varias instituciones ya están implementando una especie de acción afirmativa para que la proporción de mujeres contra hombres aceptados “mejore”, acercándose más al fifty-fifty. Esto quiere decir que están aceptando a hombres menos inteligentes y aptos para la vida universitaria que algunas mujeres con mejores cualidades que se quedan fuera.
Otra lectura que se puede hacer del premio es que éste constituye una verdadera reivindicación de las nuevas manifestaciones culturales urbanas. De todas formas, creo que nos sería más simpático este premio si la fundación de Daddy Yankee se dedicara a una causa más ortodoxa, como el dar donativos para la construcción de santuarios cristeros en Jalisco. Las actividades de “Corazón Guerrero” nos suenan bastante extrañas, sobre todo cuando estamos en un contexto en el que, a veces, es difícil distinguir entre ex-presidiarios y autoridades.
Otros ganadores de los premios de Harvard reconociendo a la filantropía han sido Salma Hayek, Will Smith y Jet Li. Estos acercamientos entre la academia y la farándula van en ambos sentidos y no nomás es para sobarle el lomo a los ricos y famosos. Por ejemplo, como mencionamos arriba, los Tigres del Norte donaron medio millón de dólares a la Universidad de California, Los Ángeles (UCLA) para preservar la música en español en Estados Unidos. Pero estos acercamientos no solamente son monetarios. En la propia UCLA es frecuente ver entrenar a Magic Johnson, ver a John Lithgow paseando a sus perros (aunque se supone que las mascotas están prohibidas en el campus; pa que vean que en todos lados aplica la de que todos somos iguales, pero que hay unos más iguales que otros) y ver a Tori Spelling echándole su camioneta encima a los peatones. Todo esto sin mencionar el montón de películas que a cada rato se filman en sus instalaciones. Además, aunque nunca los vi en los casi siete años que anduve por ese campus, había rumores de que un hermano de Fred Savage (Arnold en “Los Años Maravillosos”), Dustin Diamond (Screech) y la cantante Brandy estaban estudiando en esa escuela. Un poco, como los rumores de que uno de los exintegrantes de Magneto se fue a estudiar oceanología a la UABC en Ensenada o de que la cantante Dulce es originalmente bióloga.
Pero de los faranduleros redimidos los que más me llaman la atención son los que de plano atienden el llamado vocacional de la academia. Destacan, Peter Weller (Robocop) quien estaba haciendo un doctorado en historia del arte en Italia y Brian May (el guitarrista de Queen) quien terminó un doctorado en astronomía el año pasado.
Quería terminar esta astronómica y farandulera columna parafraseando alguna canción de Daddy Yankee. Pero no encontré nada redimible en términos del acercamiento a la academia y de las labores filantrópicas. Es más, creo que el soundtrack de la entrega de hoy no sería una canción del nuevo Harvardiano, sino esa de “Gillette” de Yasuri Yamileth. Mientras los lectores andan en YouTube.com buscando el video, recuerden visitar el blog y dejar sus comentarios en www.ecolibrios.com.
Una lectura feminista de este premio es que esa universidad es congruente con sus posiciones conservadoras. Recordemos que su presidente (es como el rector) se vio forzado a renunciar debido al escándalo causado por sus declaraciones en el sentido de estaba demostrado que las mujeres son menos aptas para las ciencias que los hombres por ser menos inteligentes, según unos estudios que citó el ex-funcionario. Concediendo el beneficio de la duda a tales planteamientos, sorprende, entonces, que las mujeres constituyan más de la mitad de la población estudiantil de muchas universidades. La semana pasada nos comentaba un funcionario de la UNAM que en esa casa de estudios cincuenta y tantos por ciento de los estudiantes son mujeres. Sería bueno ver el desglose por carreras y áreas del conocimiento, pero en la carrera de Ciencias Ambientales que tenemos en el CIEco debe haber un hombre por cada dos o tres mujeres. Parece que en las universidades privadas de Estados Unidos este desproporcionado acceso de las mujeres a las casas de educación superior es motivo de alarma porque supuestamente pierden prestigio y mercado las instituciones, según declaraciones de un funcionario de la Universidad de William and Mary citado en un artículo de la revista Times. Es más, según ese artículo varias instituciones ya están implementando una especie de acción afirmativa para que la proporción de mujeres contra hombres aceptados “mejore”, acercándose más al fifty-fifty. Esto quiere decir que están aceptando a hombres menos inteligentes y aptos para la vida universitaria que algunas mujeres con mejores cualidades que se quedan fuera.
Otra lectura que se puede hacer del premio es que éste constituye una verdadera reivindicación de las nuevas manifestaciones culturales urbanas. De todas formas, creo que nos sería más simpático este premio si la fundación de Daddy Yankee se dedicara a una causa más ortodoxa, como el dar donativos para la construcción de santuarios cristeros en Jalisco. Las actividades de “Corazón Guerrero” nos suenan bastante extrañas, sobre todo cuando estamos en un contexto en el que, a veces, es difícil distinguir entre ex-presidiarios y autoridades.
Otros ganadores de los premios de Harvard reconociendo a la filantropía han sido Salma Hayek, Will Smith y Jet Li. Estos acercamientos entre la academia y la farándula van en ambos sentidos y no nomás es para sobarle el lomo a los ricos y famosos. Por ejemplo, como mencionamos arriba, los Tigres del Norte donaron medio millón de dólares a la Universidad de California, Los Ángeles (UCLA) para preservar la música en español en Estados Unidos. Pero estos acercamientos no solamente son monetarios. En la propia UCLA es frecuente ver entrenar a Magic Johnson, ver a John Lithgow paseando a sus perros (aunque se supone que las mascotas están prohibidas en el campus; pa que vean que en todos lados aplica la de que todos somos iguales, pero que hay unos más iguales que otros) y ver a Tori Spelling echándole su camioneta encima a los peatones. Todo esto sin mencionar el montón de películas que a cada rato se filman en sus instalaciones. Además, aunque nunca los vi en los casi siete años que anduve por ese campus, había rumores de que un hermano de Fred Savage (Arnold en “Los Años Maravillosos”), Dustin Diamond (Screech) y la cantante Brandy estaban estudiando en esa escuela. Un poco, como los rumores de que uno de los exintegrantes de Magneto se fue a estudiar oceanología a la UABC en Ensenada o de que la cantante Dulce es originalmente bióloga.
Pero de los faranduleros redimidos los que más me llaman la atención son los que de plano atienden el llamado vocacional de la academia. Destacan, Peter Weller (Robocop) quien estaba haciendo un doctorado en historia del arte en Italia y Brian May (el guitarrista de Queen) quien terminó un doctorado en astronomía el año pasado.
Quería terminar esta astronómica y farandulera columna parafraseando alguna canción de Daddy Yankee. Pero no encontré nada redimible en términos del acercamiento a la academia y de las labores filantrópicas. Es más, creo que el soundtrack de la entrega de hoy no sería una canción del nuevo Harvardiano, sino esa de “Gillette” de Yasuri Yamileth. Mientras los lectores andan en YouTube.com buscando el video, recuerden visitar el blog y dejar sus comentarios en www.ecolibrios.com.