Durante esta semana conoceremos los nombres de los ganadores de los Premios Nobel 2012. Como es de todos conocido, estos premios celebran a la crema y nata de la ciencia en el mundo y son el resultado de la filantropía culposa de Alfred Nobel, inventor de la dinamita y amasador de una gran fortuna en diversos negocios relacionados con la guerra.
Cuenta la leyenda –consignada en Wikipedia– que al morir su hermano Ludvig, en 1888, durante un viaje en Francia, un diario local asumió que se trataba del mero Alfred y publicó un obituario calificándolo de mercader de la muerte y atribuyendo su fortuna a su habilidad para inventar maneras de matar más gente más rápido. La culpa, como dicen por ahí, es canija y en 1895, un año antes de su muerte, Nobel hizo los arreglos para premiar a individuos cuya trayectoria fuera positiva para la humanidad.
Según las instrucciones de Nobel, se otorgan premios en Fisiología/Medicina, Química, Física, Literatura y por contribuciones a la paz mundial. A partir de 1969, el Banco Central de Suecia, con motivo de su tricentenario, ha otorgado un premio en Ciencias Económicas dedicado a la memoria de Nobel. Sin embargo, a principios del presente siglo –y probablemente reflexionando sobre el estado en el que se encuentra el mundo por hacerle caso a los economistas– un nieto de Nobel solicitó al banco sueco que diferenciaran ese premio de los cinco nobeles auténticos.
México ha tenido una participación más bien marginal en los premios Nobel, pues solamente tres personas nacidas en el país han recibido uno de estos reconocimientos.
El más reciente y único premio en ciencia fue otorgado en 1995 al doctor Mario Molina “por sus investigaciones sobre la química de la atmósfera en relación con la formación y descomposición del ozono”.
Antes, en 1990, durante la euforia salinista, Octavio Paz obtuvo el premio de Literatura “por su escritura apasionada de amplios horizontes, caracterizada por inteligencia sensual e integridad humanista”.
Por su parte, el embajador Alfonso García Robles obtuvo el premio Nobel de la Paz en 1982 por su liderazgo en la prohibición de armas nucleares en América Latina y por sus esfuerzos, en la ONU, hacia el desarme global en plena guerra fría.
A reserva de que algún día nos toque una plática de café, o mejor de bar, en la que el doctor Molina o alguno de los galardonados nos cuente los detalles de su camino al Nobel, una crónica por demás entretenida de las tensiones, grillas y hasta chapuzas que giran en torno a los premios Nobel se puede leer de manera muy grata en El Dilema de Cantor (Fondo de Cultura Económica, 1993), la primera novela del profesor Carl Djerassi, a quien se le atribuye la creación de la píldora anticonceptiva cuando trabajaba en México.
Volver a empezar
El primer premio Nobel de este año, de Fisiología o Medicina, fue anunciado el lunes y será otorgado a los doctores John Gurdon (Universidad de Cambridge) y Shinya Yamanaka (Universidad de Kyoto e Instituto Gladstone) por haber descubierto que se puede reprogramar a células maduras para volverse pluripotenciales.
Durante su gestación, las células de los animales van perdiendo la capacidad de cambiar su “vocación”. El cigoto que se forma al momento de la fecundación es una célula totipotencial, pues da origen a todos los tipos de célula en el organismo. En el embrión, una célula del ectodermo puede dar origen a tejido nervioso o a piel. Sin embargo, conforme avanza el desarrollo las células se van diferenciando hasta que es definitivo que una célula de músculo cardiaco lo será durante su vida entera y no podrá convertirse en célula del bíceps, por ejemplo.
Afortunadamente, en 1962, Gurdon tomó el núcleo de una célula del intestino de un renacuajo y lo utilizó para reemplazar al núcleo de un óvulo de rana. El sorprendente resultado fue que se desarrolló un renacuajo normal, pero clonado. Esa fue la primera vez que se demostró que (el núcleo de) una célula diferenciada podía dar origen a otros (¡todos!) tipos de células. Estudios posteriores de este descubrimiento eventualmente derivaron en la clonación de mamíferos, como Dolly, la oveja.
Por su parte, Yamanaka había dedicado su carrera a estudiar los genes que se encienden en las células embrionarias (que son pluripotenciales) y aquellos que se expresan en células ya diferenciadas. El progreso de la genómica y de la biología molecular le permitió finalmente contar con un catálogo 24 genes que se expresan en las células embrionarias pero no en las diferenciadas. Después de una serie de experimentos en los que agregó distintas combinaciones de estos genes a células adultas de ratón, Yamanaka publicó un artículo en 2006 reportando que bastan cuatro de esos genes para conferirles pluripotencialidad. El descubrimiento fue tan importante que al año siguiente de su publicación ya había sido citado más de 100 veces y actualmente ha sido mencionado en cerca de 5 mil artículos científicos –como referencia, el artículo de Gurdon, publicado hace 50 años, “apenas” cuenta con unos cuantos cientos de citas.
Los descubrimientos de Gurdon y Yamanaka permitirán una nueva generación de estudios del desarrollo que seguramente darán origen a nuevas terapias a partir de células madre inducidas, que presentan la ventaja ética de no requerir el uso de células embrionarias.
Adenda
1. El cuanto de Schrödinger. Al momento de enviar la columna de hoy, además del premio de Fisiología o Medicina, la Academia Sueca de Ciencias ya había anunciado que el premio de Física se otorgó a Serge Haroche de la Escuela Normal Superior de París –por razones de espacio no analizamos los contrastes con los semilleros de las huestes de “La Maestra”– y David Wineland de la Universidad de Colorado en E.E.U.U. “por el desarrollo de métodos experimentales novedosos que permitieron medir y manipular sistemas cuánticos individuales”. El premio de Química se conocerá en la madrugada.
2. Nobeleaks. Todos los años hay especulación de quienes podrían ser los ganadores. La empresa Thompson Reuters que lleva varias décadas analizando las publicaciones de los científicos en el mundo recientemente comenzó a publicar su quiniela de ganadores. En un comunicado reciente presumieron que los ganadores del año pasado salieron en su quiniela en 2008 y 2010. De los cuatro galardonados que van en el año, sólo le han atinado a Yamanaka. A ver cómo les va el resto de la semana. Por cierto, hay rumores de que uno de los 300 y pico candidatos al Nobel de la Paz tiene que ver con Wikileaks.