La crisis educativa de México tiene por lo menos dos componentes. Por un lado está el tema de la calidad, que a su vez tiene diversos factores, además de los malos manejos de la cúpula del SNTE. Por el otro lado está el tamaño insuficiente de las instituciones educativas, sobre todo a nivel superior. Un ejemplo es cómo, según las noticias que escuchamos dos veces al año, apenas uno de cada diez aspirantes a la UNAM consiguen un lugar en las licenciaturas de esa casa de estudios.
En respuesta a estas limitaciones de espacio, que no han podido ser subsanadas ni por la educación a distancia convencional, se ha desarrollado el concepto y la tecnología para los llamados cursos abiertos masivos en línea o MOOC, por sus siglas en inglés. Uno de los ejemplos más sonados esta semana es el de Coursera, proyecto al cual se acaban de sumar la UNAM y el ITESM.
La tecnología de Coursera permite que decenas o cientos de miles de personas se inscriban gratis en un curso y que se le pueda dar seguimiento a su aprendizaje. Según la página electrónica de la compañía, los fundamentos pedagógicos de la educación en línea y, específicamente, de Coursera son bastante sólidos y el aprendizaje es comparable con los que se logran en un salón de clases normal (donde normal se refiere a los salones de 62 universidades de todo el mundo, incluyendo Stanford, Princeton, varios campus de la Universidad de California y, ahora, la UNAM).
Coursera es una empresa social creada por los profesores de la Universidad Stanford Andrew Ng y Daphne Koller, ambos con amplia experiencia en educación en línea. De hecho, la primera versión de la plataforma empleada por Coursera fue desarrollada para los cursos a distancia de Stanford por Ng, quien también dirige el laboratorio de inteligencia artificial de esa universidad.
La compañía señala que su tecnología se basa en cinco fundamentos pedagógicos principales, respaldados por investigación en educación:
1) Según diversas investigaciones, los estudiantes aprenden en cursos en línea igual o mejor que en los cursos presenciales; más aún, una combinación de ambas modalidades es la que da los mejores resultados.
2) La plataforma de Coursera es interactiva porque que el aprendizaje y la retención a largo plazo mejoran cuando se tiene que practica el recordar el conocimiento recién adquirido. Por ejemplo, aunque los cursos utilizan videos de los profesores, éstos se interrumpen con frecuencia para que los estudiantes contesten preguntas sobre el tema que se esté tratando.
3) Otro avance pedagógico utilizado en Coursera es el de proporcionar retroalimentación inmediata y frecuente después de evaluar qué tanto se ha aprendido el estudiante el material. Mediante preguntas cortas de opción múltiple que califica sola la computadora, este tipo de enseñanza, que es intermedio entre las cátedras convencionales y las tutorías personalizadas, mejora sustancialmente el aprendizaje.
4) Para los cursos, como los de ciencias sociales, en los que no se puede contar con la computadora para calificar, un ensayo, por ejemplo, Coursera desarrolló tecnología y procedimientos para facilitar que los propios estudiantes evalúen a sus compañeros. Según sus investigaciones, esta evaluación por pares es muy adecuada, además de que proporciona una oportunidad de aprendizaje para los estudiantes que califican.
5) Hace unas semanas, cuando Bill Gates estuvo en México, afirmó en el programa de televisión de Carmen Aristegui que uno de los problemas con la educación es que se enfoca en el profesor más que en el estudiante; en la cátedra en vez de en el aprendizaje. Una solución es el llamado aprendizaje activo, mediante el cual los estudiantes son los que en realidad gestionan su propio aprendizaje en lugar de escuchar cátedra. La plataforma de Coursera ofrece a las universidades participantes la oportunidad de reducir el uso de la cátedra convencional para favorecer que el tiempo en el salón o en el laboratorio sea aprovechado en actividades que mejoren el aprendizaje más allá de la simple memorización. Ciertamente, esto se puede hacer con las plataformas que ya existen en todas las universidades, como Moodle, que es software libre.
Con tecnologías educativas como los MOOC e iniciativas ciudadanas como la de Internet para todos, no es difícil imaginar que en un futuro cercano se puedan cursar carreras completas o adquirir certificaciones prácticas sin problemas de espacio.
Creo que es muy positivo que instituciones nacionales del calibre de la UNAM y del ITESM se sumen a este tipo de iniciativas. Por lo pronto, una forma de averiguar si de veras funcionan estos MOOC es tomando uno de los cursos; hay para todos los gustos.
Aquí, una explicación sobre Coursera de voz de su co-fundadora, con subtítulos en 25 idiomas.