Ir al contenido principal

Los hombres dicen verde y las mujeres ven azul

¡Te dije que trajeras el verde! Esta media conversación, que escuché en un centro comercial, le resultará conocida a más de alguna pareja que no se pone de acuerdo en los nombres de los colores. Aunque la realidad no es tan exagerada como el estereotipo que afirma que los hombres vemos el mundo de tres o cuatro colores y las mujeres distinguen y se saben los nombres del catálogo Pantone completo, lo cierto es que mujeres y hombres percibimos los colores de forma distinta.

Ya hemos discutido en esta columna cómo la atmósfera filtra gran parte de la radiación electromagnética proveniente del sol. La fracción restante de la radiación solar, que es la que llega hasta. La superficie terrestre, ha sido el ambiente luminoso en el que evolucionaron las especies del planeta. No debe sorprendernos que la mayor parte de esa radiación sea la que denominamos luz visible. Nuestra visión es sólo un ejemplo de cómo los seres vivos nos hemos “calibrado” con el ambiente que nos rodea. Las plantas son otro ejemplo de ello, pues la radiación que son capaces de utilizar para la fotosíntesis es básicamente la misma que la luz visible. Otros organismos, como las serpientes, que están activos durante la noche, cuando no hay luz, han desarrollado órganos que les permiten detectar la radiación infrarroja que emiten sus presas debido a su temperatura superficial.

Antes de revisar cómo percibimos los colores, repasemos que la luz se puede describir como partículas que se desplazan como ondas a través del espacio. A su vez, dicho movimiento ondulatorio se puede caracterizar, entre otros parámetros, por su longitud de onda. Así, el ultravioleta tiene longitudes de onda menores a 400 nanómetros (un nanómetro es la mil millonésima parte de un metro o la milésima parte de una micra), la luz visible entre 400 y 700 nanómetros y el infrarrojo mayores a 700 nanómetros. Dentro de la luz visible, los colores del arco iris también corresponden con cierto rango de longitudes de onda.

2dadcf1df1619164da662bce16ed0675

Ahora sí, en los ojos tenemos dos tipos de células receptoras de luz, los conos y los bastones. Los conos detectan predominantemente luz de 420 nanómetros (violeta), 534 nanómetros (verde) o 564 nanómetros (amarillo), mientras que los bastones, que nos permiten ver con poca luz, detectan mejor en 498 nanómetros (verde, pero en la frontera con el azul). La cantidad y la proporción de estos receptores determinan cómo vemos los colores.

Por las propiedades ópticas de nuestros conos y bastones no vemos tan bien en el rojo ni en el violeta (porque están cercanas al límite de nuestra capacidad visual). Tampoco distinguimos bien la frontera entre el azul y el verde, como lo ilustró la pareja del centro comercial. Además de que no están del todo cubiertas las longitudes de onda del azul, los ojos de las mujeres tienen más conos y bastones que los de los hombres.

En contraste, vemos muy bien en amarillo y distinguimos fácilmente la frontera entre ese color y el verde. Aprovechando estas características es que los letreros de las autopistas suelen tener fondo verde y los vehículos de emergencia de algunos países son verdes o amarillos.

Para comprobar si de veras esto era cierto, una vez aproveché que en el trabajo tenemos un espectrofotómetro. Estos instrumentos permiten manipular la longitud de onda que emite un un foco para realizar distintos análisis químicos aprovechando las propiedades ópticas de las sustancias. Con el grupo del curso de Ecología Biofísica como conejillos de indias programé al instrumento para que hiciera un barrido desde el rojo, a 600 nanómetros, hasta el violeta (lo paré a 420 nanómetros para no acercarse tanto al ultravioleta que puede dañar la vista), reduciendo en cada paso 10 nanómetros la luz emitida. Básicamente le enseñé a los estudiantes del posgrado el arcoiris en partes, en vez de todo de un jalón como suele verse en esta época del año.

Los resultados del experimento confirmaron la teoría, aunque debemos aclarar que, por la cantidad de “sujetos de estudio”, no tiene validez estadística. Todos vimos la frontera entre el amarillo y el verde casi en la misma longitud de onda. Las mujeres a 507 nanómetros y los hombres a 506. La transición del verde al azul tuvo diferencias más notables entre los géneros. Las mujeres la detectaron a 478 nanómetros y los hombres a 456, en promedio. Esto quiere decir que existe una región de 22 nanómetros en la que las mujeres siguen viendo azul, mientras los hombres ya ven verde.

5f48c2f003f01de27061c9b27e04a830

No era culpa del muchacho del centro comercial, pues, haberse equivocado de color.

Entradas populares de este blog

Los Cuarones de la ciencia

Para Pablo, Mario, Laura, Rodrigo y los que se acumulen esta semana Yo no se a ustedes, pero a mi me dio mucho gusto que Gravity se ganara casi todos los Óscares para los que fue nominada, incluyendo el de mejor director. Efectivamente, Alfonso Cuarón arrasó con los premios cinematográficos más importantes del mundo con una película que bien se pudo haber llamado Hora y media de ñáñaras . Sin embargo, el director ha generado polémica debido a sus declaraciones de que, siendo estrictos, Gravity no puede ser considerada película mexicana. La reacción pública ha sido similar pero de menor magnitud a la desatada por el futbolista Carlos Vela, quien ha declinado de manera recurrente a las invitaciones a participar en los mundiales y otras giras de la selección nacional. El espectro de las reacciones es amplio y en ambos casos abarca desde atribuirles estatus de héroe nacional hasta traidor a la patria. Igualito que en el fútbol o que en el cine, en la ciencia también existen cas

Lucerito cazadora y la doble moral

Si Lucerito viviera en Estados Unidos probablemente sería vocera de la NRA y no del equivalente del Teletón. Probablemente votaría por los candidatos del Tea Party , en vez de hacerlo por… bueno, en realidad, la información disponible en internet no deja claras sus inclinaciones políticas . En todo caso, con su legendaria propensión por la “pirotecnia” escénica y su conocido respaldo del uso de armas de fuego por civiles no debería escandalizarnos ni sorprendernos la expedición cinegética consignada en el trabajo de investigación, profundo y de buen gusto, como siempre, que nos compartió la revista TV Notas –¡háganse a un lado Gatopardo y National Geographic !–. La víctima más reciente de Chispita parece ser un ejemplar de Capra pyrenaica , una especie endémica de cabra de la Península Ibérica de la que existieron cuatro subespecies. Quedan dos. Capra pyrenaica lusitanica se extinguió en 1892 y el último ejemplar de C. pyrenaica pyrenaica murió hace 14 años. De las dos su

Vacunar, por favor

Con el vórtice polar de gira por todo el hemisferio norte, este invierno ha sido particularmente frío. De hecho, si los pronósticos del Servicio Meteorológico Nacional fueron correctos, lectoras y lectores de varias ciudades del norte del país estarán recibiendo esta columna bajo algunos milímetros de nieve. No se si la severidad del invierno tenga influencia en la frecuencia y la severidad de enfermedades, pero lo que sí es cierto, y de todos conocido, es que durante esta estación aumenta la incidencia de enfermedades respiratorias , incluyendo la de la influenza estacional. La autoridad sanitaria de México recomienda vacunar a los grupos más vulnerables, como personas muy jóvenes, a las mayores de 65 años y a personas con enfermedades crónicas cuyos sistemas inmunológicos no estén completamente funcionales. Este año, ya quedó claro, la influenza H1N1 regresó y parece haberse incorporado al catálogo de cepas de la influenza estacional. Lo bueno es que con el susto de la pande